La semana pasada mi hija me dijo,
– ¿Papi, podés ayudarme a hacer un reporte para el colegio sobre como contribuimos a la sostenibilidad en la casa? –
Entonces comenzamos a hacer memoria y recordamos.
Hace años mamá decidió separar los plásticos reciclables del resto de la basura, y en la comunidad lo recogen para llevarlo a un centro de acopio, eso es contribuir a la sostenibilidad.
También hace un tiempo recomendaron que los plásticos de los envoltorios echarlos en botellas plásticas que luego sirven para construcción, eso también lo estamos haciendo.
Y bueno, nuestras sobras de comida y lo que recortamos de verduras y frutas están llenos de agua y nutrientes, que es una tristeza transportar y tirar en un basurero municipal. Entonces para evitarlo lo echamos todo en un balde para hacer compost, al que también le agregamos los recortes del jardín, y con esto producimos abono orgánico.
– ¿Y qué más hacemos papi? –
Bueno, déjame ver, en el patio tenemos sembrado un poquito de lechuga y de tomate, también menta, romero, orégano y hierbabuena, una mata de moras, un arbolito de limón y otro de guayabita del Perú. Esos crecen sin agroquímicos, y los cosechamos aquí mismo en la casa, por lo que no tienen que ser transportados usando combustibles contaminantes. Eso también es sostenibilidad.
– ¿Y algo más? –
Comencé a cansarme, tuve que pensar mucho para acordarme de lo anterior, que me pareció bastante bien, pero bueno, sigamos.
Cuando nos pasamos a esta casa pedimos que le pusieran paneles solares, y aunque la electricidad en Costa Rica es casi toda renovable, hay un poco que todavía se produce con combustibles. Y en verano es cuando los paneles producen más energía que es cuando más se gastan combustibles, por lo que con los paneles estamos ayudando a que sea menor el uso de combustibles.
– ¿Y qué más? –
Esta vez me lo esperaba, así que estaba preparado.
Pues bueno, en esta casa los dos carros que tenemos son eléctricos, el mío lo compre hace 5 años, fue de los primeros en llegar al país, y a tu mamá le gusto tanto que dos años después también cambió el de ella. Y eso contribuye montones a la sostenibilidad, pues más de la mitad de las emisiones de gases tóxicos del país provienen del transporte, y los carros eléctricos tiene cero emisiones.
Esta vez, por fin se dio por satisfecha, y me dejó descansar, y está historia me dejó las siguientes moralejas:
Qué dicha que mi hija me siguió pidiendo más, ojalá qué todos los chicos nos pidan más, porque para la sostenibilidad todos podemos y debemos hacer más.
Que curioso que me tocó pensar, me di cuenta de que la sostenibilidad nos ha hecho un hábito en la casa y ya no la sentimos. Es sencillamente nuestra forma actuar.
Y finalmente, ¡qué bonito es ser papá!
Eric Orlich Soley
Director de Desarrollo de Sunshine
7 marzo 2021